MARÍA ZAMBRANO
Este año la coordinadora de igualdad del centro, nos propuso que decoraramos las puertas con mujeres importantes. A nosotros nos tocó a María Zambrano.“
María nació en Vélez- Málaga, un pueblecito andaluz. Allí vivió hasta los cuatro años de edad. En el patio de su casa de la calle Mendrugo, un limonero y un pozo que aún de mayor recordaba con cariño.
Su padre era profesor y se llamaba Blas, y su madre de nombre Araceli, también era maestra.
La familia se trasladó a Segovia, allí comenzó María su escolaridad. Desde muy pequeña ya era una buena estudiante y una buena persona. Nos cuentan incluso que solía compartir su merienda con aquellos niños que nada tenían.
Fue creciendo y se convirtió en una amante de las letras, escribió muchos libros con preciosas palabras. Se hizo profesora. Pero en España estalló una violenta guerra, que enfrentó a mucha gente.
María tuvo que marcharse porque por las ideas de libertad y democracia que defendió toda su vida, era perseguida. Tomó sus cosas, una maleta... un avión y se marchó lejos de su familia.
Ese fue su exilio, en otros países recompuso su vida, continuo siendo profesora y sobre todo, continuo escribiendo y utilizando las bellas palabras que guardaba en su cabeza para vestir importantes ideas.
Casi olvidada en su propia tierra, de muy viejita regresó a Madrid, y fue entonces cuando le otorgaron dos importantes premios muy prestigiosos:
El premio Príncipe de Asturias a las Humanidades y la Comunicación, años después el premio Cervantes.
Así se reconoce y valora el trabajo de toda su vida.
Sabemos también que siempre anduvo acompañada por gatos, animales a los que adoraba de forma especial, y en su casa de Madrid, le gustaba tener siempre limones en una cesta para recordar el aroma de su infancia.
En 1991 María Zambrano murió y sus restos fueron trasladados al pueblo que la vio nacer. En su cementerio, como describe Antonio Burgos, “un hermoso cementerio andaluz de cal y geranios, de silencio y mirto” hay una tumba en forma de casita y junto a ella
un limonero. Allí descansa María rodeada de gatos que desde entonces la acompañan.
ASÍ QUEDÓ NUESTRA PUERTA
El alumnado pintó con mucho esmero los gatos que decoran la puerta.